El 25 de febrero se conmemora el Día Internacional del Implante Coclear, una técnica que posibilita que las personas con pérdida auditiva recuperen la audición mediante la estimulación eléctrica de las células acústicas en el oído interno.
En esa fecha, en 1957, los doctores André Djourno y Charles Eyriès llevaron a cabo el primer implante coclear, logrando que una persona totalmente sorda pudiera escuchar, marcando así un hito histórico.
La celebración del Día Internacional del Implante Coclear inició en 2009, y desde entonces, diversas asociaciones han reconocido este avance técnico en el ámbito auditivo. Actualmente, se celebra en más de 60 países con diversas actividades y eventos.
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Un implante coclear es un dispositivo electrónico que mejora la capacidad auditiva, siendo una opción para aquellos con pérdida auditiva severa en el oído interno, quienes no obtienen beneficios significativos con audífonos.
A diferencia de los audífonos, que amplifican el sonido, el implante coclear sortea las partes dañadas del oído, enviando las señales sonoras directamente al nervio auditivo. Este dispositivo consta de un procesador de sonidos, colocado detrás de la oreja, que captura las señales y las envía a un receptor implantado bajo la piel, el cual transmite las señales a electrodos implantados en la cóclea.
Estos electrodos estimulan el nervio auditivo, permitiendo al cerebro interpretar las señales como sonidos, aunque estos no sean idénticos a los de la audición natural. La adaptación a un implante coclear requiere tiempo y rehabilitación, pero en general, la mayoría de las personas experimenta mejoras sustanciales en la comprensión del habla dentro de los 3 a 6 meses de uso.
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Quienes tienen implantes cocleares reportan mejoras en la capacidad para escuchar sin depender de señales visuales, reconocer sonidos ambientales, escuchar en entornos ruidosos, identificar la dirección de los sonidos, y disfrutar de programas de televisión, música y conversaciones telefónicas. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas de pitidos o zumbidos (tinnitus) en el oído del implante.
