El 5 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar, con el objetivo de crear conciencia sobre esta enfermedad progresiva que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La Hipertensión Arterial Pulmonar es una enfermedad crónica y progresiva que afecta a entre 15 y 50 personas por cada millón de habitantes. Puede ser hereditaria o estar relacionada con otras enfermedades cardíacas.
Esta condición provoca un aumento anormal de la presión en las arterias pulmonares, lo que conduce a una disfunción del ventrículo derecho debido a cambios en las células que revisten estas arterias, formando tejidos que pueden bloquear o reducir el flujo sanguíneo.
Algunos de los síntomas característicos incluyen dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho, aceleración de la frecuencia cardíaca, fatiga, cansancio, mareos, desmayos, cianosis y edema en tobillos y piernas.
Esta enfermedad puede tener complicaciones como sangrado, arritmias, insuficiencia cardíaca debido al agrandamiento del ventrículo derecho y coágulos sanguíneos.
Para prevenir la Hipertensión Pulmonar, se recomienda mantener una dieta balanceada, evitar el sobrepeso, realizar actividad física regularmente y buscar atención médica si hay antecedentes familiares de la enfermedad. También es importante evitar el consumo de sustancias estupefacientes y medicamentos inhibidores del apetito.