Las costas de Japón han generado gran preocupación debido al hallazgo de miles de sardinas y caballas muertas arrastradas por la corriente hasta la orilla del puerto pesquero de Toi, en Hakodate. La difusión de un video de este suceso en redes sociales ha generado incertidumbre entre los habitantes, pescadores y ecologistas.
Aunque la causa exacta aún no se ha confirmado, los medios de comunicación internacionales informan que las autoridades están investigando activamente el incidente. Se ha especulado que los restos de peces podrían ser el resultado de la contaminación nuclear, relacionando el incidente con la gestión de las aguas residuales de la central de Fukushima.
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Según las autoridades de la ciudad, el proceso de descomposición de grandes cantidades de peces muertos reduce la concentración de oxígeno en el mar, lo que puede afectar a la vida marina.
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Incidentes similares han ocurrido en el pasado, generando confusión y preocupación en la industria pesquera local. La causa exacta de eventos anteriores, como la aparición de erizos de mar y salmones muertos, y sardinas congeladas en las playas, sigue siendo un misterio. Factores como cambios de temperatura, contaminación del agua, epidemias entre las poblaciones de peces y la actividad de un volcán submarino activo en la región son considerados como posibles causas.
