Un video de un delfín saltando fuera de la piscina en el Delfinario Nemo de Minsk, Bielorrusia, ha vuelto a encender las alarmas sobre el debate y la ética de los espectáculos con mamíferos marinos. La grabación publicada por ‘Jaguart org’, una organización sin fines de lucro, muestra al cetáceo saltando desde el agua y cayendo al suelo del auditorio durante un espectáculo.
Mientras está fuera del agua, los demás delfines se aproximan en un aparente intento de ayudarle, mientras tanto, el público permanece en sus asientos grabando la escena con sus teléfonos. Este incidente no es el primero de su tipo en el mismo recinto, puesto que en marzo de 2023 ocurrió un evento similar donde los asistentes tuvieron que intervenir para devolver al animal a la piscina. Estos sucesos han provocado una creciente preocupación y críticas hacia la práctica de mantener y exhibir a estos animales en cautiverio, poniendo en cuestión la seguridad y el bienestar de los mamíferos marinos en tales instalaciones.
Los defensores de los derechos de los animales han renovado sus llamados para prohibir estos espectáculos, argumentando que los delfines y otros cetáceos sufren considerablemente en entornos artificiales: “delfines, no payasos”.