Una nueva investigación publicada en la revista Addiction revela un incremento significativo en el consumo de cannabis en Estados Unidos en los últimos 40 años.
Según datos de la Encuesta Nacional sobre consumo de drogas y salud, unos 17,7 millones de personas afirmaron haber consumido marihuana a diario o casi a diario en 2022, en comparación con menos de 1 millón en 1992. En contraste, el consumo de alcohol diario o casi diario también ha aumentado, pero en menor medida, pasando de 9 millones de personas en 1992 a 14,7 millones en 2022.
El estudio destaca que el 42% de los usuarios de marihuana en el último mes lo hicieron a diario o casi a diario, mientras que solo el 11% de los consumidores de alcohol reportaron beber con la misma frecuencia. Aunque el número de personas que beben alcohol sigue siendo mayor que el de aquellos que consumen cannabis, la frecuencia del consumo de alcohol ha disminuido ligeramente en comparación con hace 15 años. Sin embargo, la proporción de personas que consumen cannabis con regularidad se ha multiplicado por 15 desde 1992, reflejando una creciente aceptación y legalización de la droga, que ahora es legal para uso recreativo en 24 estados y Washington D.C., y para uso médico en 38 estados y D.C.
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Expertos en salud pública han expresado preocupación por estas tendencias. Jonathan P. Caulkins, profesor de Política Pública del Heinz College de la Universidad Carnegie Mellon, atribuye el aumento en el consumo frecuente de cannabis a una mayor aceptación social y legal de la droga, sin embargo, advierte sobre los posibles efectos perjudiciales del consumo diario. Beatriz Carlini, profesora asociada de investigación en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Washington en Seattle, señala que las concentraciones de THC en el cannabis han aumentado drásticamente, pasando de un 4% en 1995 a un 15% en 2021, y en algunos productos concentrados, superando el 95%. Los datos del estudio sugieren que la legalización del cannabis no ha reducido significativamente el consumo frecuente de alcohol, como algunos defensores habían anticipado, lo que lleva a preocupaciones sobre las implicaciones para la salud pública.
