JUNGMIN CHOI / BBC COREA
El activista Park Jung-oh, residente de Corea del Sur, desafía las prohibiciones para enviar botellas de plástico llenas de arroz y suministros básicos a Corea del Norte. A pesar de enfrentar restricciones gubernamentales y la atención constante de las autoridades, Park persiste en su misión humanitaria con la esperanza de aliviar el hambre y la escasez en el Norte. Jung-oh ha estado llevando a cabo esta labor desde hace casi una década.
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur anuló recientemente una prohibición que impedía el envío de materiales «anti-Corea del Norte» a través de la frontera. Esta decisión permitió a Park retomar abiertamente su actividad, marcando lo que él describe como «un nuevo comienzo» en su activismo. Sin embargo, la revocación de la prohibición no ha eliminado los desafíos, ya que Park enfrenta dificultades para obtener donaciones y enfrenta la desconfianza de algunos locales.
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A pesar de los obstáculos, Park sigue adelante con su labor humanitaria, consciente del impacto que sus acciones pueden tener en la vida de los norcoreanos. Con cada botella de plástico que arroja al mar, Park espera brindar un rayo de esperanza a una población que enfrenta el aislamiento y la escasez.
