Cortesía: NOAA
El Centro de Predicción Climática de la NOAA pronostica una temporada de huracanes en el Atlántico Norte de 2024 superior a la media, con un rango de 17 a 25 tormentas con nombre, de las cuales entre 8 y 13 se convertirán en huracanes, incluidos 4 a 7 huracanes importantes de categoría 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson. Esto supera el promedio de 14 tormentas, 7 huracanes y 3 huracanes importantes.
La temporada, que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, será la novena consecutiva con actividad superior a la media, en parte debido a las altas temperaturas oceánicas y al fenómeno de La Niña, que reduce la cizalladura del viento y favorece la formación de tormentas.
Ko Barrett, Secretario General Adjunto de la OMM, subrayó el impacto socioeconómico devastador de los huracanes, citando el huracán María de 2017, que costó a Dominica el 800% de su PIB. La OMM está priorizando las acciones de alerta temprana para los pequeños Estados insulares en desarrollo, a través de la iniciativa internacional «Alertas Tempranas para Todos».
El aumento del nivel del mar y las marejadas ciclónicas incrementan el riesgo para las comunidades costeras. Entre 1970 y 2021, los ciclones tropicales causaron más de 2,000 desastres, pero las muertes han disminuido significativamente gracias a mejores alertas y gestión del riesgo. Las pérdidas económicas en la década de 2010-2019 ascendieron a 573.2 mil millones de dólares.
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La NOAA destaca las cálidas temperaturas del Atlántico y la transición a La Niña como factores clave. Además, se prevé un monzón fuerte en África occidental, lo que podría generar ondas del este africano que desencadenen tormentas atlánticas poderosas. Los vientos alisios ligeros también permitirán que los huracanes se fortalezcan sin interrupciones.
En Brasil, un ciclón tropical amenaza con empeorar las inundaciones en Río Grande do Sul, afectando a más de dos millones de personas. ACNUR y las autoridades nacionales están ampliando su respuesta para ayudar a los refugiados y desplazados, instalando 208 viviendas de emergencia. Las inundaciones ya han causado 163 muertes y desplazado a unas 580.000 personas, con miles aún refugiadas en centros improvisados.