Foto: Intuitive Machines
Estados Unidos volvió a la Luna por primera vez desde 1972, cuando lo logró la misión Apolo 17. Esta vez, sin embargo, lo hizo en una nave no tripulada que habría aterrizado en el cono sur de nuestro satélite natural, un lugar poco explorado por la humanidad hasta la fecha.
Esta misión recibe el nombre de IM-1 y pertenece a la empresa privada Intuitive Machines, enviando a la superficie lunar al módulo bautizado como ‘Odysseus’ u ‘Odiseo’ en español. Su objetivo es el de realizar envíos de carga a la Luna, diferenciándolo de los de la NASA al ser puramente comercial. Este envío llevó a la Luna un cargamento de la firma de ropa Columbia.
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Su lanzamiento se dio el pasado 15 de febrero en un cohete de Space X, la empresa aeroespacial de Elon Musk, y después de varios días en la órbita lunar logró alunizar. Esta última etapa fue difícil y los ingenieros de vuelo de esta nave temieron por la misión, pues perdieron su contacto por algún tiempo. Además, tuvo que utilizar una herramienta de la NASA para controlar su alunizaje, después de programarlo en diferentes ocasiones.
En la misión también se enviaron instrumentos de la agencia espacial de Estados Unidos para explorar la Luna. “Tu pedido fue entregado… ¡a la Luna!”, fueron las palabras con las que el controlador aéreo de la NASA, Timothy Crain, comunicó la llegada de esta nave al suelo lunar.
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Bill Nelson, administrador de la NASA, aseguró que esta “es una nueva aventura en ciencia, innovación y en el liderazgo de Estados Unidos en el espacio”. El alto funcionario agregó que esta es la primera vez en la historia que un módulo de aterrizaje lunar comercial estadounidense logra orbitar alrededor de la Luna.
Esta misión es complementaria a Artemis, propia de la agencia espacial estadounidense, que plantea regresar a la Luna entre este año y 2026, tanto en una misión no tripulada, como en una misión tripulada, para la que ya se conocen los astronautas designados.
