
El tercer país más grande de África lleva diez días sumido en una guerra civil que ha dejado más de 400 muertos y 3 mil personas heridas. En los últimos días, países como Estados Unidos, China y adscritos a la Unión Europea han realizado labores diplomáticas y militares para facilitar la evacuación de sus nacionales en Sudán.
Dentro de este grupo de personas rescatadas se encuentran dos hermanas colombianas y la familia argentina de una de ellas, que estuvieron incluidas en un operativo del Gobierno español que evacuó a 72 personas. La embajada española en Jartum (capital sudanesa) y el consulado colombiano en El Cairo (Egipto) cooperaron para lograr este objetivo.
Salvaguardar la vida de los extranjeros en Sudán es, por ahora, la misión más importante de los países occidentales, puesto que los riesgos que corren en las calles de la capital son enormes. Esto se debe a que las bases de las dos partes involucradas se encuentran en el centro de la ciudad.
El Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR/RSF) se enfrentan en una dinámica de poder y avaricia, tras no lograr gobernar el país unidos y buscar, cada uno, ser el ente militar al cargo de la nación. Sudán es un país sin un gobierno estatal desde 2019, cuando ambas fuerzas armadas derrocaron a Omar al Bashir, quien dirigió al país por más de 25 años.
Desde hace casi diez años, Sudán es un país económicamente endeble, con crisis de hambruna en sus habitantes y que, ahora, dadas las condiciones destructivas de la guerra, encuentra a sus sistemas de salud destruidos y colapsados.