Foto: Cuenta de X de Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido
Cinco días después de que la República Islámica de Irán lanzara un ataque aéreo con más de 300 misiles y drones en contra de Israel, Estados Unidos y Reino Unido decidieron, de forma conjunta, imponer más sanciones y controles de exportación a esta nación árabe.
“Hoy hacemos que Irán rinda cuentas”, expresó el presidente estadounidense Joe Biden a través de un comunicado compartido por la Casa Blanca. Estas sanciones, según se indica en la misiva, estarían dirigidas hacia “líderes y entidades relacionadas con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el Ministerio de Defensa de Irán y el programa de misiles y drones del gobierno iraní que permitió este descarado ataque”.
El Reino Unido aseguró que, con estas sanciones, ya son más de 400 las impuestas por su Gobierno hacia Irán. El primer ministro británico, Rishi Sunak, explicó que la necesidad de estas medidas se debió a que “el ataque del régimen iraní contra Israel fue un acto imprudente y una escalada peligrosa”.
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Estas medidas se adhieren a las impuestas por los británicos el año pasado. Dentro de las más de 150 sanciones que le aplicaron a Irán durante 2023, Reino Unido incluyó “medidas comerciales que prohíben la exportación de componentes y servicios específicos de vehículos aéreos no tripulados a Irán”.
Biden, que es presidente de Estados Unidos desde 2018, aseguró haber aplicado sanciones a más de 600 personas y entidades iraníes durante su administración, incluyendo a sus “representantes” internacionales: Hamás, Hezbolá, los hutíes y demás. “No dudaremos en tomar todas las medidas necesarias para responsabilizarlo”, enfatizó el mandatario.
