Cortesía: NORTHROP GRUMMAN
Desarrollado por la agencia DARPA y Northrop Grumman, este enorme vehículo submarino, varias veces más grande que un bote de rescate, demostró su capacidad para sumergirse en el océano durante semanas sin necesidad de repostar combustible. Tras cinco años de desarrollo, el Manta Ray pasó sus pruebas iniciales frente a la costa de California, marcando un hito en la exploración submarina autónoma.
El director del programa, Kyle Woerner, destacó la importancia de este logro, señalando que la exitosa prueba a gran escala valida la preparación del vehículo para avanzar hacia operaciones en el mundo real. Equipado con múltiples modos de propulsión y dirección, el Manta Ray tiene como objetivo aprovechar el movimiento del océano para realizar tareas de vigilancia y detección de amenazas de manera autónoma y eficiente.
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Con la capacidad de permanecer en el océano por largos períodos, el Manta Ray podría desempeñar un papel crucial en la búsqueda y vigilancia de submarinos enemigos, proporcionando a Estados Unidos una ventaja estratégica en el ámbito submarino.
Este avance tecnológico no solo representa un hito en la exploración submarina, sino que también plantea nuevas posibilidades en el ámbito militar y de seguridad.
