En un conmovedor relato de esperanza y superación, se conoce el inspirador caso de Sara, una bebé que nació con tan solo 24 semanas y dos días de gestación, pesando tan solo 465 gramos, menos que una libra de arroz. Su nacimiento la convirtió en la paciente más pequeña registrada en el hospital Manuel Uribe Ángel de Envigado.
Desde el momento de su llegada al mundo, Sara enfrentó enormes desafíos. Su fragilidad era tal que cada movimiento debía realizarse con el máximo cuidado, tratándola como si fuera porcelana delicada. Pasó 112 días hospitalizada, la mayoría de ellos en cuidados intensivos, dependiendo de la ventilación mecánica y luchando contra la inmadurez de sus sistemas.
Contra todo pronóstico, Sara comenzó a mostrar signos de progreso. Poco a poco, empezó a respirar por sí misma y sus órganos continuaron su desarrollo. Su historia se convirtió en un rayo de esperanza en medio de la adversidad, siendo considerada un caso único por los profesionales de la salud que la atendieron.
El pediatra Felipe Andrés Palacio compartió su asombro ante el logro de Sara, destacando que ella nació pesando menos que una libra de arroz y pudo superar numerosas complicaciones que podrían haberle costado la vida en cualquier momento.
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El momento más emotivo llegó cuando Sara finalmente fue dada de alta del hospital. Con risas y lágrimas, los profesionales de la salud la despidieron con una calle de honor, marcando el inicio de su viaje a casa, en brazos de su madre.
La historia de Sara es un testimonio de valentía, fortaleza y la capacidad del espíritu humano para triunfar sobre la adversidad. Su lucha y victoria son un faro de esperanza no solo para su familia, sino para todos aquellos que se enfrentan a desafíos similares en la vida.
