Foto: Departamento de Estado de EE. UU.
Entre el jueves y el viernes, las fuerzas militares de Irán identificaron la presencia de proyectiles armados que ingresaron al espacio aéreo del país, desactivándolos con su sistema de defensa aéreo. El ataque, al parecer, habría sido dirigido desde el interior del país.
Irán detectó, en tres ciudades del centro del país, varios drones con municiones que fueron abatidos, generando explosiones y preocupación por un ataque, aparentemente israelí, pero que no impactaron en el territorio. Fuentes de inteligencia de Estados Unidos habrían confirmado que el ataque fue dirigido por Israel.
En medio de una reunión del G7, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, fue inquirido frente a esta acción, la cual podría ser una retaliación de Israel en contra de Irán por el reciente ataque aéreo masivo de este sábado. El alto funcionario norteamericano señaló que no hablaría de esta información, “excepto para decir que Estados Unidos no ha estado involucrado en ninguna operación ofensiva”.
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La Organización Internacional de Energía Atómica realizó presencia en las zonas en las que se registraron los lanzamientos para verificar que no se presentaran afectaciones en las instalaciones nucleares en el país.
Finalmente, pudieron confirmar que no se presentaron daños en las instalaciones, pidiendo “moderación extrema» y reiterando mantener este tipo de instalaciones lejos de objetivos militares.
