Foto: Laurent Ballesta
Esta semana se anunciaron los ganadores del concurso internacional de Fotografía de la Vida Silvestre que es organizado por el Museo de Historia Natural de Londres, en Reino Unido. Fueron más de diez los ganadores, y estas son algunas de las imágenes más impactantes del mundo natural que nos rodea.
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El premio a Fotógrafo del Año, el premio mayor, fue otorgado al francés Laurent Ballesta, por retratar al Limulus polyphemus o cangrejo de herradura o cacerola, una especie de artrópodo marino prehistórico. Se le considera un fósil viviente, puesto que su presencia en el planeta se remonta a varios millones de años.
Otro de los premios más importantes es el de fotoperiodismo. Este año se lo llevó el mexicano Fernando Constantino Martínez, quien ya había recibido un galardón en esta competencia el año pasado. En su fotografía, se evidencia la fragmentación ecosistémica causada por la construcción de un tramo ferroviario que el Gobierno mexicano instalará para conectar destinos turísticos en Quintana Roo.
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Los animales en su ambiente natural también fueron fotografiados con inspiración. El israelí Amid Eshel capturó en imagen a dos cabras o íbices de Nubia que estaban chocando sus cornamentas al borde de un acantilado en el desierto de Sin, cerca al monte Sinaí. Según describió, la lucha duró aproximadamente 15 minutos.
Uno de los grandes premios fue para el Fotógrafo Joven del Año, entregado al también israelí Carmel Bechler, de 17 años. Su fotografía captura a dos búhos escondidos en una edificación abandonada, una imagen, aunque intrigante, común debido a la gran densidad de estas aves en Israel. Incluso, el país adoptó medidas para ‘adoptarlos’ en las granjas, que eliminen plagas, y reducir el uso de pesticidas en las cosechas.
