
Bingo Allison, fue ordenado como el primer sacerdote abiertamente no binario por la Iglesia de Inglaterra. En una entrevista con la BBC, Allison, expresó que desde pequeño creyó que el camino de Dios no le permitiría expresarse sin temor a ser discriminado, hoy, con 36 años, asegura que la guía religiosa ha sido vital y que fue a través de retiros espirituales, su percepción se transformó. Recuerda cómo en un viaje de autodescubrimiento religioso, una persona se refirió al matrimonio homosexual, no como un problema. Esa “forma diferente de pensar” fue creciendo dentro de su ser. Ahora lucha por la inclusión de personas de la comunidad LGTBI y sujetos neurodiversos, desarrolla asambleas y trabaja en las escuelas con niños para que los temas de género no sean ajenos ni discriminados.
Allison comenta que mientras se formaba como vicario -auxiliar del obispo-, conoció el término ‘queer’, el cual se puede emplear para expresar que la sexualidad y el género pueden ser complicadas, cambiar con el tiempo y no encajar del todo en una identidad u otra, posteriormente redactando un ensayo sobre cómo Dios creó la Tierra, uno de los pasajes de Génesis en la Biblia llamó su atención, “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”, leyó en Génesis 1:27. Su interpretación fue que hablaba “de la masculinidad a la feminidad” y no de hombres y mujeres. Esa reflexión la calificó como una epifanía. Ahora se define como ‘genderqueer’ o persona no binaria, es decir, aquella que no se identifica como hombre o mujer.
Cabe destacar que en Inglaterra la iglesia anglicana es diferente a la católica, en 1534 el Rey Enrique VIII de Inglaterra fundó su propia iglesia para poder casarse por segunda vez, dejando a Catalina Aragón por Ana Bolena de quien también se separaría. Las diferencias más llamativas para un católico es que los sacerdotes anglicanos no tienen voto de celibato, se pueden casar y tener hijos, se permite el matrimonio homosexual y el divorcio. Sin embargo, los anglicanos mantienen ciertas similitudes con los católicos, aceptan la tradición apostólica y mantienen el credo de los apóstoles y el de Nicea. También veneran y respetan a la Virgen como madre de Dios, pero no creen en los dogmas.