
Durante mucho tiempo, la masturbación ha sido considerada por diversas sociedades como una práctica inmoral y dañina. Sin embargo, según la definición de la Real Academia Española, masturbarse es estimular los órganos genitales o las zonas erógenas para proporcionar goce sexual. En la actualidad, la evidencia científica ha demostrado los beneficios de esta práctica para el cuerpo, respaldando su importancia en la salud sexual y general.
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Según la ginecóloga Laura Streicher, radicada en Chicago, la masturbación favorece la lubricación y reduce la sequedad del tejido vaginal, especialmente en mujeres que han alcanzado la menopausia. Además, diversos estudios recientes han revelado que la masturbación tiene efectos positivos en la salud:
— Ayudar a aliviar los dolores menstruales
— Fortalecer el sistema inmunológico
— Prevenir infecciones en la zona íntima
— Mejora el sueño
— Genera una sensación de bienestar
— Mejora las relaciones de pareja
A medida que la sociedad evoluciona y se aleja de los tabúes relacionados con la sexualidad, es importante comprender que la masturbación es una práctica natural y saludable, según los estudios científicos que la respaldan; reforzando la importancia de la educación sexual basada en la evidencia y la comprensión del propio cuerpo como clave para una vida sexual satisfactoria y saludable.