Tres días después de que se radicará el proyecto de la reforma tributaria ante el Congreso de la República, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha hablado en diferentes medios nacionales sobre los puntos principales de esta, que incluye nuevos modelos para la captación recursos, entre ellos el dinero que proviene de la producción y primera venta o la importación de las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados.

“Esto no es para generar plata, el recaudo mejor de estos impuestos es cero, que la gente cambie sus patrones de consumo y comience también a cambiar sus productos para cumplir las normas de salud pública, de tal manera que en un tiempo prudente, este impuesto comience a recaudar menos, porque la gente está cambiando sus patrones de consumo” señaló Ocampo.

El ministro de Hacienda, mencionó que el gravamen a este tipo de alimentos desincentiva el consumo de sustancias que son dañinas en exceso como el azúcar o el sodio. Así las gaseosas, embutidos, papitas fritas, chicharrones empacados, galletas dulces, barquillos, obleas, ponqués, confites, frutas confitadas, helados, arequipe, manjar blanco, salsas, sopas en polvo y cereales tendrán un mayor costo.

El Gobierno proyecta alcanzar a recaudar alrededor de $2,11 billones en 2023. Cerca de $1,02 billones con el recaudo por bebidas azucaradas y otros $1,09 billones con los productos ultraprocesados.