Nadie en España se esperaba lo que pasó esta mañana en Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol: mientras todos estaban a la expectativa de su dimisión, Luis Rubiales, presidente de la RFEF, expresó con orgullo que seguiría en su cargo y dio un discurso que desató la ira de las futbolistas de la selección española y otras figuras del deporte y la política. Ahora que se espera que sea suspendido y posteriormente despedido.
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Tras haber besado a la jugadora Jenni Hermoso en la celebración tras haber ganado el Mundial Femenino, Luis Rubiales ha estado en el ojo del huracán. Sus disculpas tras el hecho lo metieron en más problemas, y tampoco le ayudó que la futbolista, a través del sindicato, pidiera que sus actos no quedaran impunes. Incluso Pedro Sánchez, jefe del gobierno, criticó al presidente de la Federación, y la FIFA anunció que le abrió un procedimiento disciplinario por el beso que indignó al mundo. Tras todo esto, había rumores de que Rubiales había decidido dimitir y que haría pública su decisión hoy en la Asamblea General, pero pasó todo lo contrario.
En su discurso, Rubiales justificó su acto, incluso después de haberse disculpado públicamente: “Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. El deseo que podía tener ese beso es el mismo que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Ni más ni menos. Por lo tanto, no hay deseo y no hay posición de dominio”. El presidente de la RFEF continuó diciendo que era víctima de un ataque sin fundamentos: “Aquí no se está tratando de hacer justicia, es falso; se está ejecutando un asesinato social. Se me está tratando de matar. Más allá de mi situación personal, como español tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde vamos”.
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El máximo dirigente del fútbol español dejó claro que no iba a dejar su cargo: “Ha llegado el momento de decir algo. ¿Creen ustedes que es motivo para sufrir la cacería que estoy sufriendo? ¿Es tan grave para que yo me vaya? ¡No voy a dimitir!”. Incluso aprovechó para hacerle una oferta de renovación a Jorge Vilda, entrenador de la selección femenina quien también ha estado envuelto en varias polémicas: “Te invito a que te quedes con nosotros los próximos cuatro años cobrando medio millón de euros al año”.
Tras el discurso llegaron las reacciones, primero de las jugadoras de la selección, que a través de las redes sociales expresaron su apoyo a Hermoso y su indignación con el presidente de la Federación. De igual manera, el Consejo Superior del Deporte español anunció que llevará a Rubiales a comparecer ante el Tribunal Administrativo de Deportes. Aunque no dimitió, sería raro que continúe como el mandamás del fútbol español.