Un fascinante estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Warwick y la Universidad de Birmingham ha arrojado luz sobre la relación entre la música y la inteligencia, sugiriendo que los aficionados al rock podrían tener un coeficiente intelectual más elevado. Este género, tradicionalmente asociado con la rebeldía y la profundidad lírica, parece no solo entretener, sino también estimular intelectualmente a sus oyentes.
La investigación, que involucró a más de 2,000 estudiantes de entre 18 y 30 años de diversas partes del mundo, descubrió una correlación entre el gusto por el rock y altas calificaciones académicas, así como habilidades de pensamiento crítico mejoradas. Los estudiantes que mostraron una preferencia por bandas como Rolling Stones, Radiohead y Pink Floyd, entre otros, tendían a tener un desempeño académico superior y una mayor capacidad de análisis y comprensión.
Los científicos detrás del estudio argumentan que la complejidad musical y lírica del rock, caracterizada por estructuras de canciones intrincadas y temáticas desafiantes, puede ser particularmente atractiva para aquellos con una disposición inquisitiva y analítica. Además, el heavy metal, subgénero del rock conocido por su intensidad emocional, podría mejorar el estado de ánimo, incrementar la motivación y reducir el estrés, contribuyendo así al rendimiento cognitivo.
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Esta investigación también apunta a un beneficio adicional: escuchar rock podría incrementar la productividad diaria. El ritmo vibrante y el lenguaje abstracto de las letras del rock están sugeridos como catalizadores que estimulan las funciones cognitivas, fomentando una mayor actividad y, potencialmente, un aumento en la inteligencia.
Aunque algunos estudios previos ya habían sugerido que la música clásica y el jazz pueden tener efectos similares, la inclusión del rock en este contexto amplía significativamente el espectro de cómo diferentes géneros musicales pueden influir positivamente en nuestras capacidades mentales. Los hallazgos de este estudio no solo realzan la imagen del rock como un género musical complejo y estimulante, sino que también podrían cambiar la forma en que las personas eligen la música para fines de desarrollo personal y cognitivo.
