Foto: Embajada de Estados Unidos en Rusia
El próximo fin de semana se realizarán las elecciones presidenciales en Rusia, país dividido por la actual guerra de invasión en Ucrania, pero que continúa apoyando al actual régimen de Vladímir Putin. Por ello, las medidas en contra de la injerencia extranjera se encuentran activas en su máximo esplendor.
Esto llevó a que el Ministerio de Asuntos Exteriores convocara a Lynne Tracy, embajadora de Estados Unidos en el país. En este encuentro, la diplomática norteamericana fue notificada sobre tres organizaciones estadounidenses sin fines de lucro que fueron reconocidas como indeseables en Rusia.
Al parecer, estas organizaciones habían “estado llevando a cabo programas y proyectos contra Rusia y reclutando agentes de influencia bajo la apariencia de intercambios educativos y culturales, con el apoyo de la Embajada”. Se solicitó el cese de las actividades y ayudas hacia estas ONG por parte de la Embajada.
De acuerdo con Estados Unidos, la decisión de señalar a estas organizaciones como ‘indeseables’, “es un nuevo avance en la lucha contra los programas de larga data que vinculan a rusos y estadounidenses, e ilustra el deseo del Kremlin de aislar a su pueblo”.
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Frente a posibles actividades de desinformación y de “campañas subversivas” en el contexto de las elecciones, Rusia advirtió que serían fuertemente reprimidas, incluyendo “la expulsión de Rusia de cualquier empleado de la Embajada de los Estados Unidos involucrado como persona non grata”.
En simultáneo, el canciller ruso, Sergey Lavrov, alertó que “las embajadas de la Unión Europea en Moscú se están ‘preparando’ para nuestras elecciones presidenciales a través de mecanismos de interferencia y ‘proyectos de apoyo’ para la oposición no sistémica”.
