Foto: Departamento de Estado de Estados Unidos
Este jueves 7 de marzo, el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, entregó su instrumento de ratificación de adhesión al Tratado del Atlántico Norte a Estados Unidos, como fin del protocolo para sellar su ingreso formal y final a esta organización de seguridad internacional. La luz verde para su ingreso se dio el pasado lunes 16 de febrero.
Oficialmente, Suecia se convirtió hoy en el miembro número 32 de la OTAN, después de que Finlandia lo lograra el año pasado, aunque ambas naciones lo solicitaron al mismo tiempo, en febrero de 2022. Con la entrega de esta documentación oficial, Suecia sella también el mar Báltico como una frontera armada contra Rusia en caso de planear expandir su invasión por Europa.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, celebró la adhesión de Suecia, señalándole a Kristersson que “este es un momento histórico para Suecia. Es histórico para nuestra Alianza. Es histórico para la relación transatlántica. Nuestra Alianza OTAN, nuestra alianza defensiva, es ahora más fuerte y más grande que nunca”.
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El primer ministro sueco, por su parte, aseguró que “Suecia ha tomado la decisión libre, democrática, soberana y unida de unirse a la OTAN, dejando atrás 200 años de neutralidad y no alineación militar. Es un paso importante, pero al mismo tiempo, un paso muy natural”. Añadió que fue un paso necesario, pues la situación de seguridad en la región “no había sido tan grave desde la Segunda Guerra Mundial”.
Jens Stoltenberg, secretario general de la organización, afirmó que “la adhesión de Suecia fortalece a la OTAN, hace a Suecia más segura y a toda la Alianza más segura. La adhesión de hoy demuestra que la puerta de la organización sigue abierta y que cada nación tiene derecho a elegir su propio camino”.
