Tragedias recurrentes en Cholón: la historia de Juan David Cervantes Vega y Valentina González

La zona insular de Cholón, en Cartagena, ha sido escenario de tragedias recurrentes que han costado la vida a dos jóvenes: Valentina González Medina y Juan David Cervantes Vega. Valentina, una universitaria barranquillera de 21 años, falleció el 30 de noviembre de 2019 al ser impactada por la hélice de un yate. Más recientemente, el 2 de junio, Juan David, un chef de 28 años, murió en circunstancias similares, dejando a su familia y amigos devastados. Ambos accidentes han resaltado la falta de señalización y medidas de seguridad en esta área turística.

La madre de Valentina, tras conocer la noticia del accidente de Juan David, expresó su dolor y frustración en redes sociales, recordando que aún espera respuestas sobre la muerte de su hija. “¡Qué triste noticia! Aún espero respuesta de la Dimar Colombia sobre el proceso de mi hija Valentina González, que murió el 30 de noviembre de 2019 en esa zona atropellada por una lancha y no se pronuncian. Cuántos accidentes más deben ocurrir para que se tomen medidas y se cumplan las leyes”, escribió. Rafael Pacheco Vega, abogado de la familia González, ha señalado que las investigaciones han avanzado muy poco y que la responsabilidad recae en la Dirección General Marítima (Dimar) por no garantizar la seguridad necesaria en esas aguas.

Juan David Cervantes Vega, conocido por su pasión por la cocina y su carácter altruista, fue impactado por la hélice de una lancha mientras celebraba el título universitario de un amigo. Su hermana Milena recordó con cariño y dolor la bondad y los sueños de Juan David, quien aspiraba a trabajar en España para mejorar la vida de su familia. El chef era muy querido en Arjona, donde ayudaba a la gente y siempre ofrecía consejos a quienes lo rodeaban. Su pérdida ha dejado un gran vacío en la comunidad.


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Estas tragedias han generado un llamado urgente a las autoridades para que implementen medidas de seguridad más estrictas en Cholón. Las familias de Valentina y Juan David, junto con sus abogados, insisten en la necesidad de una acción inmediata para evitar futuras tragedias similares. Las historias de estos jóvenes son un doloroso recordatorio de la importancia de garantizar la seguridad en las zonas turísticas de Cartagena, para que ninguna otra familia tenga que sufrir una pérdida tan devastadora

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