Video Cortesía: Cuenta de X Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sostuvieron una reunión en la Casa Blanca donde reafirmaron su compromiso de colaboración en materia de seguridad y migración. El encuentro se centró en la discusión de estrategias conjuntas para combatir las pandillas transnacionales y el tráfico de personas, temas prioritarios para ambas administraciones. Trump elogió las políticas de seguridad implementadas por Bukele en El Salvador, destacando la reducción significativa de la violencia en el país centroamericano.
Durante la reunión, se abordó el tema de la cooperación económica y el fortalecimiento de las relaciones bilaterales. Bukele expresó su interés en atraer inversión estadounidense a El Salvador, buscando impulsar el desarrollo económico y la creación de empleo. Trump, por su parte, manifestó su disposición a explorar oportunidades de inversión y a apoyar los esfuerzos de El Salvador para mejorar su infraestructura y su clima de negocios. Ambos líderes coincidieron en la importancia de trabajar juntos para abordar los desafíos comunes que enfrentan sus países.
Las declaraciones de ambos mandatarios reflejaron la sintonía en sus agendas. Trump afirmó: «El presidente Bukele ha hecho un trabajo fenomenal en El Salvador. La seguridad ha mejorado dramáticamente, y estamos muy agradecidos por su cooperación en temas migratorios». Bukele respondió: «Agradecemos el apoyo de Estados Unidos en nuestra lucha contra las pandillas. Juntos, estamos logrando avances significativos para hacer de El Salvador un país más seguro y próspero».
Esta reunión se suma a una serie de encuentros que Trump ha sostenido con mandatarios latinoamericanos, en los que ha enfatizado la importancia de la seguridad regional y la lucha contra el crimen organizado. Sus conversaciones con líderes de México, Guatemala y Honduras han girado en torno a la migración y el combate al narcotráfico, buscando fortalecer la cooperación en estas áreas. La administración Trump ha mantenido un enfoque en la seguridad fronteriza y la reducción de la migración irregular, temas que han marcado su agenda en la región.